No hay evidencia científica de que los implantes de mama aumenten el riesgo de cáncer de mama. La presencia de los implantes de mama, sin embargo, hace que sea técnicamente más difícil de tomar y leer mamografías. Esto puede ser una consideración especial para las mujeres que tal vez están en mayor riesgo de cáncer de mama debido a su historia familiar o por otras razones. La colocación del implante debajo del músculo pectoral puede interferir menos con el examen mamográfico.